Bienvenidos otra vez más a la ''Semana de la Cerveza de
Trigo''
Hoy es el último día de la semana y me gustaría traeros esta
última cerveza, la cual la tengo en especial cariño por que la he hecho yo.
Se llama München Weissbier #1 y es la primera de muchas
pruebas con las cervezas de trigo que haré.
La elaboración de esta cerveza es muy parecida a la cerveza
de trigo estándar alemana. No tiene ningún secreto ni cosa añadida rara que le dé
un toque especial.
Y ahora, hablemos de esta cerveza en concreto y como
servirla y tomarla.
La cerveza esta embotellada en una botella de 50 cl y con un
4,5% de alc.
Sus ingredientes son: Agua, malta de cebada, malta de trigo,
lúpulo y levadura.
La temperara de servido son entre 4 y 6 grados. Yo
recomiendo servirla lo más fría posible dado que esta cerveza es típica del
verano.
El vaso es el tradicional alemán de trigo, como ya se
explicó anteriormente y el servido idéntico.
Es más, hay que agitar el poso del botellín para que cree
esa turbidez y le añada el sabor de la levadura.
Esta cerveza es más suave que sus homólogos alemanes, casi
un grado menos. Lo cual facilita mucho el beberla. En nariz tiene un olor a plátano
y levadura y en sabor es bastante neutro, no destaca en ningún aspecto.
Pero este blog no solo voy a hablar de esta cerveza, si no
del objetivo que quiero llegar con ella.
Mi objetivo era hacer una cerveza de trigo rubia tipo y
luego transformarla para conseguir una cerveza de trigo que sorprenda y sobre
todo que tenga todo lo que me gusta.
En una cerveza de trigo valoro mucho ese sabor a pan que
tienen algunas, que sea densa, que alimente. El olor en nariz es también muy
importante, pero si te basas en la ley de pureza alemana de 1516 (siempre me ha
sonado súper nazi, jaja) el olor siempre va a ser el mismo, más o menos
intenso.
Yo, como brewmaster, no voy a quedarme ahí, quiero ir más
allá.
En mi gusto de cervezas hay varios pilares que se han ido
afianzado con el paso del tiempo.
Una es la cerveza de trigo en todos sus aspectos, aunque
valore más el trigo alemán, sobre todo la de Múnich.
Otra es la cerveza negra, petróleos negros como el azabache
y cargados de un sabor torrefacto intenso y duradero.
Y otra son las cervezas acidas tipo lambic, productos
creados por una fermentación espontánea y que pueden sorprenderte o desagradarte
a partes iguales.
Luego hay varios tipos que me gustan, tipo Ipa's, barley
wines, doppelbocks, o grandes cervezas trappistas y dobles, triples y
cuádruples belgas, las cuales siempre tengo en mi nevera frías y listas para
disfrutar.
Me gustaría mucho que vosotros, mis lectores, pudierais
disfrutar de mis cervezas, ese es mi gran sueño.
Un saludo y nos veremos otro día, con un par de jarras de
cerveza entre nosotros.